José Obdulio Gaviria ha tenido unas últimas semanas bastante agitadas; primero con su eventual quemada en las urnas, donde no le alcanzó el arrastre del senador Uribe para entrar al Congreso, y luego su confuso alivio por haber podido ingresar con votos de escrutinios, creando confusión entre los votantes que no tenían claridad si el primo de Pablo Escobar iba a repetir curul o no. No siendo esto suficiente para Obdulio, ahora tendrá que lidiar con dos denuncias por injuria y calumnia, interpuestas por dos expresidentes de la Corte Suprema de Justicia.
Se trata de Jaime Arrubla Paucar y Augusto Ibáñez, expresidentes de la Corte, quienes cada uno por su cuenta, decidieron denunciar al senador uribista por considerar que este había incurrido en conductas de injuria y calumnia en su contra.
La motivación de ambos expresidentes habría sido similar, generándose tras la revelación de los escándalos por el ‘Cartel de la Toga’ en agosto del 2017, cuando José Obdulio se lanzó en su cuenta de Twitter contra los magistrados, a quienes señaló de ser unos corruptos y tener nexos con organizaciones criminales, sin tener sustento alguno para sus afirmaciones.
Es por esto que los magistrados consideraron en sus respectivas denuncias, que el senador del Centro Democrático vulneró directamente sus derechos al buen nombre y la honra con sus acusaciones sin base probatoria, y con intenciones calumniosas.
Dentro de las argumentaciones de los expresidentes, señalan que para la época en que Gaviria hizo mención en sus acusaciones, ambos magistrados no se encontraban laborando en la Corte Suprema, por lo que aseguran que la intención del congresista sólo fue de estrategia para generar caos y llamar la atención en redes sociales.
Según información de La FM, ninguno de los dos denunciantes estaría depuesto a conciliar con el senador uribista en las audiencias que se programaron para las próximas semanas ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Aseguran estar dispuestos a ir hasta la última instancia de las denuncias, motivados por los precedentes existentes en el uribismo, quienes durante el gobierno de Uribe Vélez, llevaron a cabo acciones de desprestigio contra las altas cortes y sus magistrados, tales como las interceptaciones, montajes y seguimientos injustificados contra varios de ellos.