María José Pizarro, hija del reconocido Carlos Pizarro Leongómez, quien en su momento militó como guerrillero del M-19 y que luego de los pactos con el gobierno, comenzaría su vida en la política tradicional colombiana inscribiendo su candidatura a la alcaldía de Bogotá, en la que obtuvo un tercer puesto en la contienda ganada por Juan Martín Caicedo; Pizarro además se hizo participe como contendiente en las elecciones de presidencia que desencadenó en que fuera asesinado durante su campaña por un sicario dentro de un avión que viajaba a Barranquilla.
María José, quien en su momento tuvo que acogerse a un plan de protección buscando refugio en Europa, huyendo de las amenazas, decidió, en impulso de los ideales con los que en algún momento su padre soñó, en el año 2010 volver a Colombia. De nuevo en el país, con dos hijas, María se dedicó a luchas por la memoria de su padre y por otros aspectos que involucran las víctimas del conflicto, dedicándose a ser investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Hoy en día, siguiendo los lineamientos de “un gran diálogo nacional” por el que su padre trabajaba en esfuerzos por lograr la paz, María José decide iniciarse en el ruedo de la política de Colombia cuando comenzó a visualizar la firma del acuerdo de paz y los procesos actuales del país como una oportunidad para trabajar en el rompimiento de las divergencias del país, es por esto que decidió lanzarse al congreso para el año 2018, apoyada con la “lista decente” de Gustavo Petro.
María afirmó ante entrevista hecha para el portal ‘¡Pacifista!’ que con su nuevo camino espera hacer que la memoria de su padre sea honrada, y que este se sienta orgulloso de su actuar y su labor con la que ya tiene 15 años como activista sobre su legado, lo cual ella misma considera una forma de hacer política de forma no representativa ni sufragante.
Dice que lo que sucede con los acuerdos de paz le han hecho considerar un trabajo por representar junto a muchas personas las voces de la generación que quiere la paz para el país, y que considera necesario abarcar el camino político para hacer prevalecer esta lucha; lo que la lleva a desear que su padre estuviera vivo para que la viera crecer políticamente y la apoyara en los ideales de todas las voces del país que pudo haber inspirado y que ahora ella como su hija también pretende hacer resonar en la historia para lograr un cambio y lograr una paz verdadera.