El Senado siempre ha sido uno de los cuerpos colegiados más criticados por toda Colombia por su poca eficiencia, rectitud, compromiso social y el injustificado pago sobrevalorado de su trabajo, que la mayor parte del tiempo es casi nulo y sin sentido alguno por lo que representan.
Aún así, teniendo los sueldos más altos del país, y con responsabilidades que no cumplen, el Senado decidió trabajar lo menos que podían en su último día laborable y salir cómodamente a sus vacaciones para volver a los puestos hasta marzo del 2018.
De manera oficial desde la 11:48 a.m. del jueves, el Senado inició sus vacaciones, a pesar que el calendario indicaba actividad hasta el sábado 16 de diciembre, sin importar esto, ya lo senadores no sabrán más sobre trabajar hasta el próximo año, cuando retomen actividades en marzo.
Lo único a lo que se dedicaron a hacer en su último día fue una discusión sobre un proyecto de ley que pretende modificar la contratación pública en materia de construcción de megaobras, este proyecto fue presentada por el senador Hernán Andrade, quien hizo la ponencia y señaló los puntos que conllevan dicho proyecto que se hará a través de la Ley de Infraestructura.
La discusión demoró dos horas y culminada esta, Efraín Cepeda, presidente del Senado levantó la sesión y fijó como nueva fecha para volver a las labores para marzo del 2018, dejando así aplazados todos los proyectos y demás labores pendientes hasta la nueva entrada.
Cepeda informó que el proyecto de ley sobre la nivelación de salarios en el país, aún no se hunde y que queda pendiente a ser discutido y legitimado en marzo cuando se regrese a las labores.
Agregado a las últimas acciones del Senado, se realizó un evento con algunos senadores denominado “Jóvenes al Congreso” en el que se abre las puertas a las juventudes de diferentes regiones para que aprendan y tengan aspiraciones a ocupar curules de las altas Cámaras, según elcolombiano.
Finalizada la sesión, se conmemoró a Rebeca Beleño presidente de la Cooperativa de Trabajadores del antiguo Seguro Social por su labor y beneficios en pro del país como un sector solidario.
Y no fue más, ahora comienza lo que más le gusta a los senadores: las campañas políticas. Empezar el ruedo de conseguir votos para las próximas elecciones, gestionar los apoyos e invertir la plata que se ganaron trabajando días como este último para asegurar un puestico para las próximas contiendas electorales o como están ya haciendo muchos, para un hermano o algún amigo.