Un escándalo de violencia sexual fue revelado por la Fiscalía General de la Nación en la que se señaló que bandas criminales entre las que se encuentra el Clan de Golfo, están incurriendo en una practica inadmisible de aprovechamientos y exabruptos sexuales que consistía en pagar por la virginidad de niñas menores para la celebración de fiestas de los lideres de dichas bandas criminales.
En testimonio narrado para RCNRadio, el delegado de infancia y adolescencia de la Fiscalía, Mario Gómez, ratificó el compromiso en la batalla contra las organizaciones de orden criminal y reafirmó que esta es uno de las principales metas para lograr el cumplimiento debido de posconflicto.
El Fiscal informó que los miembros del Clan de Golfo están actuando como depredadores sexuales, y manejan una estructura de uso de niños para la participación de delitos como el microtráfico y se les encarga la tarea de conseguir niñas para la compra de sus virginidades que serían repartidas de forma deliberada para las fiestas y reuniones de los hijos de miembros de las organizaciones, modalidad que ha venido ocurriendo con anterioridad. Señaló además que este tipo de conductas son vistas de manera positiva dentro de las bandas y que inclusive se utilizan como premios para compensar las tareas criminales realizadas.
El descubrimiento de esta modalidad de delito, advierte sobre el compromiso que debe tener el estado en la temática de abuso sexual, encendiendo las luces de advertencia también en la temática de trata de menores en el país, siendo esto uno de los delitos más alarmantes a combatir.
“En razón a la crisis humanitaria de Venezuela, se ha visto un aumento alarmante de este tipo de conductas de aberración sexual en las zonas fronterizas como el departamento de Arauca”, informó el fiscal Gómez.
Manifiesta además, que la llegada de niñas sin acompañamiento ni papeles les es más fácil caer en estas redes de explotación sexual, y muchas veces caen en situaciones trágicas de difícil escape y solución, y que a pesar de la constante lucha y advertencias legislativas sobre la explotación sexual de menores, las comunidades dejan de ver esto con gravedad y lo categorizan con normalidad dejando que el turismo aproveche estas modalidades de delitos sexuales.