Con una gran fila de personas lanzándose cajas, para llevarlas hasta la oficina destino dentro de la Registraduría como si de una brigada de heroísmo repartiendo alimentos en un lugar azotado por algún desastre se tratase, el ex procurador Ordóñez hizo la entrega de más de 2 millones de firmas para respaldar su campaña presidencial.
La cadena formada por más de 30 adultos, jóvenes e inclusive niños llevaron las cajas hasta el lugar donde se acumularon para su respectiva entrega.
Llama la atención la actitud similar de Ordóñez con Uribe, en la utilización de niños para cuestiones políticas tal como se ve en el vídeo, varios menores bajo el sol pasaban las pesadas cajas con firmas para respaldar una presidencia de la que seguro no tiene aún noción ni idea de lo que trata – porque si conocieran a quien están ayudando probablemente ni lo harían – y que claramente son actos populistas para dar la ilusión a las personas de tener apoyo incondicional del pueblo.
Alejandro, quien ya unido a la coalición de ‘Despierta Colombia’, en la que será apoyado por Uribe y Pastrana, concluyó la humorística entrega de firmas con un discurso en el que destacó sus principales puntos para llegar a la Presidencia, como lo son los valores y tradiciones conservadoras, la moral cristiana, la familia, la propiedad privada y la lucha contra la corrupción, mientras agradeció con la ya clichezuda frase de ‘2 millones de gracias’ a todos los que apoyaron esta causa.
Llama la atención hasta dónde hacen llegar los intereses políticos a una persona. Alejandro Ordoñez ha sido un hombre dedicado a atacar el libre pensamiento, la libre academia, las libertades sexuales y la libertad de expresión, ahora de manera demagógica consigue a personas, incluidos niños, para que lo hagan ver con la imagen de héroe del pueblo, lo que muchos han rechazado por ser de esas personas que se adaptan al dicho de “lobo vestido de oveja”, y se ha rechazado, tal como con Uribe, la utilización de niños para campaña.
Si el ex procurador realmente quería aportar algo a la juventud, mejor hubiera hecho una biblioteca con todos esos libros que quemó y así tal vez habría logrado “un acto académico” real.