El uribismo siempre se ha caracterizado por sus campañas carentes de toda lealtad política, los alcances de estas y las acciones que son capaces de llegar a realizar con tal de lograr sus cometidos, son inimaginables, ejemplo de estas fue la campaña de desinformación realizada para las votaciones del plebiscito por la paz en el año 2016, en el que con artimañas y desinformación, convencieron a la gente que si votaban por el sí, los ancianos perderían sus pensiones y se crearían impuestos para mantener a los miembros de las Farc viviendo como reyes; cómo olvidar la clásica “nos vamos a convertir en Venezuela”.

Pues esto no ha cambiado con el pasar del tiempo, al contrario, los uribistas parecen cada vez más decididos a utilizar cualquier medio para conseguir popularidad en sus campañas, de esta forma, han generado malestar entre los ciudadanos que esperan por parte de los políticos cierto grado de respeto y acatamiento de las normas para una campaña limpia.

En las últimas horas se ha causado indignación en las redes por la estrategia del ex presidente de utilizar niños para expandir sus ideas populistas. En una fotografía publicada a través de la cuenta de Twitter de la senadora del Centro Democrático, Paola Holguín, donde se observa a una niña de aproximadamente 11 años junto al senador Álvaro Uribe sosteniendo un cartel con la frase “ Los antioqueños no queremos una dictadura como la venezolana”.

La fotografía causó el efecto contrario entre los usuarios de Twitter que reprocharon inmediatamente el uso de niños para la divulgación de mensajes desinformativos y de tergiversación de ideas políticas de un país; y con gran razón el malestar causado, pues cómo se pretende difundir una idea a través de un niño que seguramente no tiene aún la consciencia de la realidad política del país y que prácticamente está siendo víctima de un amaestramiento uribista.


Los ciudadanos de Colombia tenemos derecho a la información y a crear una consciencia a través de esta sobre los criterios que consideremos ideales para el desarrollo del país, un niño a penas está en el inicio de ese proceso, y poner en ellos ideas radicales de desinformación como la de idea de “convertir a Colombia en Venezuela” no es más que un adoctrinamiento irresponsable y xenófobo, que no permite la oportunidad de crear un carácter ideológico propio basado en la realidad social.

Señores uribistas, si tan difícil les queda convencer al país de sus ideas contra el “castrochavismo” al que tanto le temen –y que ustedes se inventaron – no intenten difundir sus ideas con niños, déjenlos primero formarse como personas, déjenlos vivir sus etapas y dejen que ellos decidan si en un futuro apoyaran sus ideas – si es que siguen existiendo – y que ellos opten por ser ciudadanos de bien que piensen en el bienestar colectivo general y no para el colectivo de pocos que piensan como Uribe.

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