Las instituciones en Colombia siempre han tenido una problemática marcada por la desconfianza por parte del pueblo, y la falta de legitimidad generada por la multiplicidad de hechos de corrupción ocurridos durante varios años y que aún se mantienen, sobre los cuales en pocas ocasiones se han logrado sanciones ejemplares que permitan restablecer la normalidad estatal y de gobierno.

Por lo general, esta pérdida de legitimidad viene de la mano del clientelismo y el amiguismo, que por alguna razón se ha casi normalizado en el país, llegando hasta el punto en que desde hace años ningún nombramiento de un alto cargo resulta adecuado para la ciudadanía, ni es aceptado por la mayoría de sectores políticos.

Es precisamente este amiguismo tradicional el que ha llevado a que los colombianos desconfíen con profundidad de las instituciones actualmente, al punto en que ya nadie espera nada de los poderes públicos, especialmente de la justicia.

El actual Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, no ha estado exento de esta clase de señalamientos, pues su manera de actuar y sus pronunciamientos ha llevado a la ciudadanía a desconfiar de su papel frente a la sociedad y a cuestionar si realmente está actuando bajo la objetividad que demanda su cargo o tiene a sus espaldas intereses que desvían su forma de decidir.

Esta idea resulta fuertemente reforzada durante estos días con la situación judicial que está viviendo el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien ha sido citado a indagatoria por parte de la Corte Suprema de Justicia por la investigación llevada en su contra por presunta manipulación de testigos, en la que se ha rumorado que existe un interés por parte del senador en renunciar a su curul en el Congreso para perder su fuero y así tener que ser investigado por la justicia ordinaria, en donde el ente acusador es precisamente la Fiscalía.

Aquí es donde entra el papel de Néstor Humberto Martínez y la desconfianza de la ciudadanía, pues se ha insinuado que para Uribe será más ventajoso ser investigado por la Fiscalía que por la Corte, por motivos de cercanía con el Fiscalía General.

Esta idea está altamente reforzada tras conocerse la apreciación hecha por Martínez en el año 2015 en entrevista para Cromos, en donde aseguró que la mejor palabra para referirse al expresidente Uribe era “Patriota”.

“-Una palabra para definir a Álvaro Uribe Vélez.
-Patriota.” Expresó Martínez en su momento para el 2015.

Por situaciones como esta, es que se ha señalado y criticado fuertemente a Néstor Humberto durante momentos tales como las presuntas denuncias de fraude electoral conocidas después del 11 de marzo, sobre la cuales anunció que serían reveladas por ser “repugnantes”, pero para después de segunda vuelta presidencial, excusándose en no querer ser señalado de estar influyendo en política.

Esto resultó siendo lo contrario para Martínez, pues los ciudadanos opinan que precisamente el no haber revelado dicha información, colaboró para que el uribismo obtuviera mejores resultados en las elecciones, pues habrían sido en su mayoría pertenecientes al partido del Centro Democrático los señalados de dichos actos de corrupción.

Puede leer la entrevista completa en la que Martínez califica a Uribe como “Patriota” aquí: ElEspectador.com.

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