Durante los últimos días, el ex alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, ha estado en boca de todos porque desde que se empezó a recibir la noticia sobre que la Comisión Interamericana Derechos Humanos habría emitido un comunicado solicitándole al Gobierno Nacional una serie de cambios en las funciones que ostenta la Procuraduría General de la Nación, esto por el caso del precandidato presidencial, ya que había sido inhabilitado y destituido por 15 años para ejercer cargos públicos. En consecuencia, el Consejo de Estado le dio la razón a Petro, tumbando ese fallo qué emitió Alejandro Ordóñez cuando estuvo en esta entidad.
Debido a todo lo que causó estas noticias, y como algunos lo denominaron, fue una bofetada para Ordóñez, comenzó el ex procurador anulado a emitir una serie de comentarios a través de la red social de Twitter en contra de Gustavo, acusándolo de todo tipo de delitos y también manifestando su inconformismo ante la justicia de este país.
Hablando de fanáticos: Gustavo Petro asesinó colombianos, quemó el Palacio de Justicia y no pagó por sus crímenes. Ahora pretende victimizarse porque sancionamos su probada ineficiencia como alcalde de Bogotá.
— Alejandro Ordóñez ()
En uno de los tweets, Alejandro comenta que el ex mandatario capitalino es un fanático que asesinó colombianos, y, además, quemó el Palacio de Justicia mientras que no ha pagado por sus crímenes, por lo que Petro respondió solicitándole vehementemente que mencioné un solo colombiano que él haya asesinado y muestre todas las pruebas que tenga sobre su participación en la quema del Palacio de Justicia.
Sr le exijo que mencione un solo colombiano que yo haya asesinado. Pruebe asi sea con un solo indicio que yo quemé el Palacio de Justicia. No se desequilibre.
— Gustavo Petro ()
Todos estos comentarios se ven en medio de la carrera en que se encuentran estos dos personajes hacia la Presidencia de la República de Colombia, toda vez que, como hemos evidenciado, las estrategias de campaña que se avecinan y otras que ya se están vislumbrando, pretenden acabar con el contradictor utilizando injurias y calumnias descaradamente.