La clase política colombiana parece tener las mismas tendencias que sus ascendientes, y el dicho que “de tal palo tal astilla” parecer estar vigente en la mayoría de casos; la corrupción y criminalidad van casi ligados al apellido, es por esto que hemos tenido que aguantar que de los altos cargos de la política sean repartidos entre las mismas familias y siempre estén presentes los llamados “delfines” que no dejan perder las intenciones de corrupción de los políticos de mando.
Muestra de esto, es el vídeo que está causando indignación y polémica en las redes el cual protagoniza el que parece ser el padre del ex gobernador de Córdoba Alejandro Lyons, según las denuncias.
El susodicho político se encuentra condenado a cinco años y tres meses de cárcel por el delito de peculado. En el vídeo se ve al familiar de Alejandro departiendo en lo que sería una reunión para ver la final del fútbol colombiano disputada entre Millonarios y Santa Fe; en la reunión se le ve acompañado de una mujer y otros invitados repartidos en el resto de la sala pendientes del juego.
Hasta ahí todo normal, si no fuera porque se ve a Eugenio Lyons de la Espriella, portando un arma de fogueo -que igualmente pueden llegar a ser letales y están prohibidas, salvo excepciones– de forma campante, esperando el momento para accionarla.
Después de titubear unos segundos, Lyons activa el arma de fuego en repetidas ocasiones, realizando disparos al aire, creando conmoción entre los invitados, inclusive, un hombre que se ve de una edad ya avanzada, salta de su silla tumbando una mesa con botellas y cayendo al suelo impactado por los disparos.
Lyons en una actitud de inmadurez lo único que hace es reír de su irresponsable acto, que podría haber acarreado consecuencias graves entre los asistentes, ya sea por el shock generado al escuchar los disparos o una reacción espontánea de alguien en defensa.
Lo cierto es que con esto deja entrever la calaña de personas que mantienen la continuidad en la política y que siguen ostentando el poder y las riquezas del país, personas sin educación y sin preocupación por el bienestar de los demás.