El presidente del Senado, Ernesto Macías, parece no estar pasándola bien desde hace una semana cuando dio su icónico y repudiado discurso durante la posesión del presidente Iván Duque.
El congresista ha estado en el ojo del huracán desde que decidió que sería buena idea criticar fuertemente al gobierno saliente con cifras poco exactas y halagar al expresidente Uribe mientras se realizaba la ceremonia de posesión de su copartidario.
Las críticas en contra de Macías han sido constantes y bastante directas por parte de múltiples sectores de la política y población en general por igual.
La principal motivación para rechazar las palabras del Senador, sería por su desmedida crítica al gobierno saliente de Juan Manuel Santos, en la que según la ciudadanía e inclusive medios internacionales, Macías hizo ver al país de una manera decadente y deplorable, ahogada en factores negativos como una “nueva guerra” y un exagerado número de consumidores de droga.
En vista de todo el empeño que han puesto en su contra tanto usuarios en redes como medios de comunicación, Ernesto publicó un trino con una crítica al periodismo, expresándose con preocupación por las consecuencias que pueden tener la difusión generada por los medios.
“El periodismo es libre o es una farsa”. Rodolfo Walsh. No le temo al odio de ciertos periodistas, me preocupan sus efectos.
— Ernesto Macías Tovar ()
Citando una frase de Rodolfo Walsh, el presidente del Senado señaló directamente al periodismo como respuesta a los señalamientos contra su discurso, que no han parado desde su declamación.
Sin embargo, la situación de críticas resulta casi inevitable, pues tal y como lo han mostrado varios expertos, analistas y opinadores políticos las afirmaciones hechas por el congresista en una gran parte carecían de veracidad, resultaban exageradas a la realidad o tenían una tendencia capciosa con ánimo de confundir a los receptores.
Sumado a esto, muchas personas han indicado que su discurso calificado como “incendiario”, no fue nada adecuado para el momento, pues fue declarado frente a múltiples representantes de la comunidad internacional, lo que en últimas podría generar una caída en las relaciones del país con el extranjero.