El paso de la Justicia Especial para la Paz se ha visto enredado en Cámara de Representantes, y no es para menos, pues uno de los objetivos de la JEP es ofrecer la verdad a la sociedad colombiana, por lo cual preguntarse ¿Quién le teme a la JEP?, resulta obvio, pues en el conflicto armado colombiano se cometieron todo tipo de vejámenes por parte de distintos actores que participaron directa e indirectamente en él. Un ejemplo de esto, son algunos empresarios que financiaron a grupos al margen de la ley, y frente a los que hay abiertas aproximadamente 13.000 investigaciones según la Fiscalía; El mismo Mancuso señalaba en sus declaraciones en Justicia y Paz que el bloque Norte se reunió en un club en Medellín con ganaderos que financiaron su causa, a sabiendas de que esta era de una organización ilegal.

Otra de las relaciones que quedarían al descubierto es la de política y organizaciones al margen de la ley, la lista es larga y uno de los partido con más congresistas condenados por parapolítica y de los que hoy más se opone a la JEP es Cambio Radical con senadores y representantes a la cámara como: Humberto Builes Correa, Rubén Darío Quintero, Reginaldo Montes, Jairo Enrique Merlano, Miguel Pineda, Javier Cáceres Leal, Fabio Arango Torres, José María Conde Romero, Oscar, Leonidas Wilches Carreño, Edgar Eulises Torres Murillo, Jesús Enrique Doval Urango, Estanislao Ortíz Lara, Jaime Cervantes Valero, César Augusto Andrade, Manuel Darío Ávila Peralta; aunque, cabe señalar que no por parapolítica, también cuentan con 349 miembros de su partido que han sido sancionados y 41 destituidos como Oneida Pinto, Kiko Gómez, Julio Enrique Acosta, Emilio Martínez, Edilberto Castro, César Fabian Villalba y por supuesto, el vergonzoso Fiscal Anticorrupción, Gustavo Moreno, emproblemado por corrupción. Lo que hace pensar frente a qué tipo de personas pertenecientes a esa colectividad están legislando o gobernando.

Otro prontuario bastante cuestionado y que precisamente no los hace guardianes de la moral, es el de reconocidos uribistas, entre los que se encuentran investigados o se detenidos personajes como Sabas Pretelt, Alberto Velásquez, Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado, Bernardo Moreno, Andrés Felipe Arias y Diego Palacio, quien solicitó acogerse a la JEP ¿Será que tiene algo para contarle al país? Pues en su solicitud afirma que el delito por el que fue condenado era en razón del conflicto armado y hacia parte de la política contrainsurgente del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

En ese mismo sentido, hace unos días, aunque a algunas y algunos nos pareciera ridículo, se discutía un acto legislativo con el que se prohibía “la creación, promoción, instigación, organización, instrucción, de grupos civiles armados organizados ilegales de cualquier tipo, incluyendo las denominadas autodefensas, paramilitares” donde algunos representantes del Centro Democrático se encontraban inconformes con el proyecto, sin embargo logró ser aprobado.

Rito Alejo del Río, sí, el mismo del que Álvaro Uribe Vélez dijo alguna vez que era un ejemplo para los policías y soldados de Colombia y que fue condenado a 25 años por el homicidio de Marino López -un líder campesino con cuya cabeza de la manera más fría y ruin, jugaron fútbol los paramilitares- y que está siendo investigado por casos como la masacre de Mapiripán cometida en 1997 por las AUC, o el homicidio de Jaime Garzón, también solicitó acogerse a la JEP en búsqueda de una condena menos fuerte que la que obtuvo en la justicia ordinaria, siempre y cuando cuente ¿Quién? ¿Cómo? Y ¿Por qué?

Más allá de una preocupación de algunos y algunas por la impunidad frente a la sanción de delitos cometidos por las FARC -quienes siempre han estado dispuestos a someterse a una justicia especial, tal y como se acordó en el acuerdo de paz- a lo que parece que le temen es a que se cuente la verdad y que resulten irremediablemente salpicados por lo que se diga en la JEP. Es hora de que tengan la gallardía de afrontar las responsabilidad políticas y jurídicas que traen sus acciones o las acciones de sus amigos, por eso ¡No le mamen gallo a la JEP!

Por: María Alejandra Ramírez Abogada, Columnista y Estudiante de maestría en defensa de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario ante organismos, cortes y tribunales internacionales.

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