En un estudio que se realizó en Latinoamérica, se pudo establecer que Colombia es uno de los países que tiene el salario mínimo más bajo de este continente, estando por debajo de países como Argentina, Panamá o Bolivia y sólo superando a Cuba, entre otros.
Por lo tanto, la crítica y queja de los ciudadanos que devengan un salario mínimo legal mensual vigente y que no les alcanza para el fin que tiene este, que es de suplir las necesidades básicas de un ser humano, no se hace esperar cada año con los aumentos paupérrimos que el Gobierno de turno le realiza a este tema económico.
Desde el 20 de noviembre, se iniciaron los diálogos entre el sector empresarial y el Gobierno, los cuales durarán 30 días y ayudarán a definir el futuro del próximo año de los trabajadores en cuanto a su salario.
Desde la Confederación General de Trabajadores, su presidente Julio Roberto Gómez, manifestó que le solicitaron al Gobierno un aumento del 10 %, lo que equivaldría a un 3 % más de lo que se decretó el año pasado, dejando un valor de $811.488, es decir, $73.771 más.
Pero al parecer, más adelante la misma organización expresó -según fuentes cercanas- haber revisado dicha solicitud teniendo en cuenta que su propuesta se basará en 5 puntos por encima de la inflación, por lo que dependiendo del cierre de esta, se reajustaría el salario en 9.2 % o 9.5% quedando entre $805.586 y $807.800, según Porfatolio.