La constante generación y publicación de encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales, han empezado a generar controversias y desconfianza entre los votantes, que en gran parte comienzan a considerar que existe manipulación tras dichos sondeos, pues parecen no marcar las intenciones reales de la mayoría de la población y no existe certeza de quiénes son realmente los encuestados para obtener los porcentajes para estas.
Sobre la situación referida, el columnista Jorge Gómez Pinilla, expresó su punto de vista en un escrito publicado el día 24 de abril para El Espectador, titulado “Petro va ganando, duélale a quien le duela”, en el que plantea la incógnita de por qué Iván Duque aparece como ganador en las encuestas oficiales que no consultan más de 3.000 personas, y le creemos; mientras que Petro gana en todas las encuestas de redes sociales, con participación de más de 150mil personas, y estas son ignoradas.
Gómez comienza señalando que dichas encuestas oficiales han perdido la credibilidad por lo fáciles que son de manipular y por la intención que estas guardan de generar tendencias entre los votantes que resultan creyendo a ciertos candidatos como ganadores, lo que se ha hecho notar con el crecimiento injustificado de Iván Duque, quien dio un salto desde el 12% al 42%, y curiosamente ahí se mantuvo, como si se buscara inducir al electorado a votar por el uribismo.
Es así como afirma que dichas encuestas sólo consultan un máximo de 3.000 personas, y con estos resultados pretenden deducir la tendencia del país, lo que se considera ya obsoleto por la manipulación que se les puede hacer y porque las redes sociales ya tienen herramientas propias para consultar a los votantes.
Aclara que si bien es cierto, a estas encuestas solo accede la gente con computador, celular y acceso a internet, siguen reflejando con mayor exactitud la tendencia de la gente, pues logran consultar números mucho mayores a los 3.000 de los sondeos oficiales.
La columna ejemplifica la situación con la encuesta realizada por Semana.com, en la que justo después del debate de Teleantioquia se preguntó quién había sido el ganador del debate, y teniendo una participación de 148.845 usuarios, se dio como ganador a Gustavo Petro con el 46% de los votos, ¡casi la mitad!.
Aquí en Revista Voces, tuvimos nuestra propia encuesta el día 13 de marzo, esta vez sólo consultando la intención del voto entre los dos candidatos más populares que son Iván Duque y Gustavo Petro, y los resultados fueron favorables para el exalcalde de una forma aplastante, quien logró de aproximadamente 120.900 votos, el 86% de estos.
La columna cita otra encuesta publicada por el columnista Santos Molano, quien compartió el sondeo realizado por la Revista Dinero, en el cual nuevamente de una votación de aproximadamente 200.000 usuarios, Petro salió victorioso con un 62%, seguido por Sergio Fajardo con 17% e Iván Duque lejos de las encuestas oficiales con un 11%. No obstante, Pinilla hace claridad que la encuesta ahora no puede ser consultada, pero no es difícil encontrar muchos otros sondeos similares a estos y algunos con votaciones más altas de los 200 mil usuarios.
Aquí es donde surge la pregunta de por qué Duque aparece como ganador en todas las encuestas oficiales con tan sólo un máximo de 3.000 participantes, y todos se las creen; pero cuando vemos a usuarios reales, votando en masa, con más de 200 mil participaciones en las que Duque queda lejos de ser el ganador, nadie lo cree.
La columna agrega además el detalle de las personas que asisten a las manifestaciones de los candidatos, en las que se hace notable el fuerte apoyo que recibe Gustavo, pero ningún medio, por alguna razón, le hace cubrimiento, ni se divulga la noticia del notorio conglomerado que tiene el candidato de la ‘Colombia Humana’ que resulta siendo coherente con las encuestas de redes sociales, superando en todo sentido a Iván Duque.
¿Estarán los colombianos siendo manipulados en su opinión por las encuestas que se hacen llamar oficiales para desviar la atención de los verdaderos candidatos que tienen relevancia en esta contienda electoral? Lea la columna en ElEspectador acá.