Ya es normal que en plena campaña electoral y época de debates, los candidatos sean camaleónicos motivados por conseguir votos. Sin embargo, siempre tratan de conservar cierto lineamiento ideológico que les permita adaptar sus ideas a la demanda de los votantes, para así conseguir una imagen favorable y una ganancia de sufragios notables.

Este último no parece ser el caso de Iván Duque, a quien los usuarios de las redes sociales se han dedicado a mostrarle la incoherencia que ha manejado con sus ideas como político y sus ahora propuestas como candidato presidencial, que resultan notoriamente contradictorias.

Las posturas que más se le han señalado a Duque tienen que ver con los temas sociales más susceptibles a polarización; esas temáticas que desde la perspectiva del conservadurismo podrían generar indignación y crítica, pero en la realidad social y política moderna y el progresismo, son de necesaria apreciación y propuesta.

Ejemplo de esto es la ambigua postura del candidato uribista frente al matrimonio igualitario o matrimonio entre personas del mismo sexo, tema al que Iván en entrevistas de los meses pasados se le veía dar respuestas un tanto indecisas, y en otras ocasiones a través de su cuenta de Twitter, expresaba total apoyo; no obstante, durante los debates, ha afirmado estar sólo a favor de la igualdad en derechos patrimoniales y civiles, lo que significa un “No” al matrimonio igualitario.

Esta situación fue ejemplificada por el hijo del presidente Santos, Martín Santos en su Twitter:

Agregado a esto, se mostraba en contra de ideales como los propuestos por Alejandro Ordóñez, que resultan también invadiendo la esfera del matrimonio igualitario y de otros temas susceptibles como el aborto.

En tópicos como la legalización de la dosis personal en Colombia, Duque se mostró radicalmente en contra, sosteniendo una postura de no ceder ante la dosis mínima y expresó ánimo de querer penalizarla de forma más estricta, caso contrario a lo que antes expresaba:

Y uno de los detalles más especiales resulta su perspectiva sobre el comunismo que ahora ataca constantemente y la extrema derecha con la que ahora hace política:

Estas probablemente sean varias de las razones por las que dentro del uribismo critican tanto al candidato, señalándolo de ser el “nuevo Santos de Uribe”, y resulta curioso como ahora lo apoyan con sus nuevas ideas – al parecer impuestas – cuando su pensamiento tenía una tendencia totalmente alejada del Centro Democrático.

Estas las trajo a colación Jorge Espinosa en su columna:



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