Los medios internacionales comenzaron a cubrir la noticia de la renuncia del expresidente a su curul en el Senado de la República, por lo que los titulares abarcaron análisis sobre qué pasará ahora con Uribe e Iván Duque.
Uno de los primeros en comenzar a especular sobre esta cuestión con el uribismo, fue el New York Times, invitando al analista Adam Isacson, miembro de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, organización que promueve los derechos humanos en América.
Según Isacson, la salida de Álvaro Uribe del Congreso representará un fuerte golpe para su colectividad, la fuerza del Centro Democrático y hasta en las relaciones con los demás partidos con los que se conformaron coaliciones.
Lo anterior en el sentido que la agenda legislativa que pretende adelantar Iván, se puede ver afectada en su paso por el Senado, que es donde está la mayor fuerza del partido del expresidente. Dijo igualmente para el medio británico, Bloomberg que: “Nadie más en la bancada del partido tiene el peso político suficiente para hacer la presión necesaria”.
Sobre este tema también habló para dicho medio Jorge Restrepo, economista colombiano, asegurando que aunque Uribe sale del Senado y puede verse como algo negativo para su bancada, por el lado del presidente electo se vislumbran buenas noticias, toda vez que tendría más independencia a la hora de tomar decisiones sin que su mentor se encuentre como intermediario en todas ellas.
Esto mismo indicó Adam, al manifestar que a partir del 7 de agosto, cuando tome posesión del cargo para el que los colombianos lo eligieron, se liberará de la influencia de Vélez. Recuerda que entre todos los uribistas, Duque es el más “moderado”, incluyendo a Uribe, por lo que con el expresidente fuera, será menos “dependiente para gobernar”.
El politólogo Pedro Medellín también fue entrevistado por el diario estadounidense, y afirmó que la salida de Uribe cambia las reglas planteadas en el Congreso sobre la colación armada.