Las estrategias de campaña del ex presidente Uribe son tan predecibles, que parecen casi formateadas. La herramienta principal de estas siempre es desmeritar las demás campañas con sus invenciones, tergiversar hechos e información y señalar todo lo que no esté acorde con sus ideas usando el “castrochavismo”, “que nos volveremos Venezuela” y muchos de sus ataques que ni siquiera cae en cuenta que el trasfondo de estas fueron provocadas por él mismo.

Es con esta modalidad que el ahora Senador está señalando a Sergio Fajardo, candidato de la Coalición Colombia, como candidato del presidente Juan Manuel Santos, sustentado en no se sabe qué, pero insiste, que a pesar de ser producto de la unión de fuerzas de movimientos opositores de la derecha tradicional, Fajardo y por consiguiente, la Coalición Colombia, son candidatura de Juan Manuel Santos.

Es que para el uribismo todo lo que no está con ellos, guiado por los mismos ideales, por muy similares que sean, son “castrochavismo, santismo o comunismo” y no importa si en el trasfondo del ideal concuerdan, si no es hecho por el uribismo, no es permitido.


En los señalamientos hechos por Álvaro a Fajardo, hay un claro ejemplo, y es que señala al gobierno actual de ser culpable del aumento de los impuestos y equipara estos con los de Estados Unidos que tienen un porcentaje tributario menor; en vista de esto, los usuarios de las redes siempre aprovechan para recordarle que fue “durante sus mandatos que se decidió subir el IVA del 8 al 16% y que además se implementó el famoso 4 x 1000, que han sido de los factores más criticados de los impuestos en Colombia”, comentaros los twitteros.


Sin embargo, para el expresidente parece fácil señalar y culpar a los demás, y no mirar en qué puede mejorar, pues sus campañas siempre se han basado en la confusión y el terror, tal como quedó claro con la campaña hecha para incentivar a votar “NO” en el plebiscito para la paz en donde se mintió a la población asegurando que se le iba a quitar sus pensiones y demás para dárselos a las Farc, y otras cuestiones que todas se demostraron ser mentira.

Por ahora, sólo nos queda tener en claro que la política del país no es solo Santos y Uribe, hay muchos otros factores y personas que quieren trabajar por la nación sin necesidad de seguir los modelos tradicionalistas de corrupción que han caracterizado tanto la política colombiana.

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