El senador Antonio Navarro Wolff, publicó a través de su cuenta de Twitter una curiosa estrategia para publicitar de manera favorables la consulta anticorrupción a votarse el próximo 26 de agosto.
El exgobernador apeló a los intereses de los dos bandos más controversiales de la política del país.
Dicho comentario, que muchos consideraron una mofa tanto para Álvaro Uribe, como para Gustavo Petro, recurre a algunos de los principales argumentos que las personas usan para justificar su voto en la consulta anticorrupción, que en últimas, es desfavorecer al bando político que no sea de su agrado.
Es así entonces como la estrategia fue contrastar los comentarios más comunes de ambos bandos en una forma satírica, exponiendo como principal motivación el querer bajarle el sueldo a ambos congresistas: tanto el de la derecha, como el de la izquierda.
Este gracejo que oi.
Dijo uno: “A mi me cae gordo Uribe. Voy a votar la Consulta Anticorrupción para bajarle el sueldo”
Otro le respondió: “A mi el que me cae gordo es Petro. Yo voto esa consulta para bajarle el sueldo a él”Ambos van a conseguir su objetivo, no lo cree?
— Antonio Navarro ()
La idea de retratar las “desventajas” que tendrían también los senadores de la oposición, nació hace unas semanas desde los mismos movimientos alternativos, quienes en vista de la oleada del uribismo que estaba comenzando a promover la abstención sobre la consulta anticorrupción, comenzaron de manera jocosa a señalar cuáles serían unas buenas razones por parte de los partidos tradicionales para votar sí a los siete puntos.
Cabe destacar que el uribismo y varios sectores han insistido en que no le brindarán votos a dicha consulta por varios motivos, entre los que se encuentra el hecho que esta haya sido promovida por Claudia López, quien es reconocida por ser una de las opositoras más acérrimas del expresidente, justificándose en que no la apoyarán por su tendencia sexual, posición que ha sido fuertemente criticada por gran número de ciudadanos.
Esto ha resultado fuertemente negativo si se tiene en cuenta que el umbral que necesita alcanzar la votación debe ser de por lo menos 12’075.756 sufragios, los cuales se están vislumbrando con dificultad por los rechazos por parte de sectores de derecha al mecanismo que busca, entre otras cosas, regular el salario de los congresistas, controlar los periodos dentro de la corporación y ejercer medidas contra movimientos de corrupción dentro de la misma.